EN PLENA REPRODUCCIÓN DE LAS AVES ACUÁTICAS

Aunque la reproducción de las aves acuáticas tiene su inicio en abril, con los primeros cortejos y la construcción de los nidos, es el mes de junio en el que este período del ciclo vital de las aves toma mayor vigor. En estos días, patos colorados, ánades reales, fochas comunes, calamones, zampullines y demás aves acuáticas se ven con facilidad seguidas por sus crías.

Se trata del período en el que las aves realizan una mayor selección de hábitat. No en vano, la pervivencia de la especie (o al menos es lo que los genes “dicen” a cada uno de ellos) obliga a encontrar el mejor lugar para hacer el nido, asegurando abundancia de alimento, y refugiándose de predadores –que a su vez necesitan predar sobre otras aves para poder alimentar a sus crías-.

Por su diferente configuración, los humedales artificiales ofrecen hábitats ligeramente diferentes para las aves acuáticas en relación al nivel de inundación, la estructura de la vegetación y la composición florística de sus parcelas. Es mediante el estudio de esa variación de microhábitats con lo que obtendremos información precisa de los requerimientos de hábitat, de las interacciones entre especies. De momento, empezamos a entender algunos procesos en cada uno de los sitios:

  •          El Tancat de la Pipa, con lagunas mucho más abiertas y un sistema de filtros con vegetación dispersa, ofrece ambientes adecuados a una mayor variedad de especies de aves acuáticas, pero en números reducidos.
  •          El Tancat de Milia, con una cobertura mayor de eneas sobre sustrato inundado, pero con baja densidad, ofrece ambientes adecuados para la reproducción de dos de las especies más interesantes para el proyecto: la focha común y el pato colorado.
  •         El Tancat de l’Illa, con una cobertura muy alta de eneas de porte elevado y con alta densidad, junto con abundancia de peces de pequeño y mediano tamaño, es un lugar altamente apropiado para la reproducción de garza imperial y avetorillo.

Pero la importancia de realizar el seguimiento de la reproducción no queda únicamente en conocer los hábitos reproductivos de las especies. Hay mucha más información que tomar que nos define realmente la idoneidad del hábitat de nidificación o alimentación de las aves: su productividad, por ejemplo. Realizar el seguimiento de los grupos familiares y conocer el hábitat que utilizan y el la supervivencia de las crías nos ofrece la información ideal para evaluar si un hábitat es adecuado o simplemente lo parece, ya que es mucho más adecuado un lugar en el que nacen 4 crías y de ellas 3 llegan al tamaño del adulto, que otro en el que nacen 12 crías pero ninguna llega al tamaño del adulto.

Mediante la información extraída de este proyecto, potenciaremos la gestión que favorezca el primero de los casos.